
MILO AR[T]CHITECTURE
Habitar [más] allá de existir
MILO es un estudio de arquitectura que desde el día uno supimos, nació para ir más allá de lo esperado. Ay, MILO. Una marca poética, con una identidad verbal y gráfica que nos hace salivar. Esta marca nos comprobó lo diversas, únicas e infinitas que pueden ser las fuentes de ventaja competitiva de una misma categoría en el mercado, y lo mágico que es transformar una buena propuesta de valor en una identidad que materialice esa propuesta.

Con María Emilia, la propietaria de MILO, nos dimos cuenta de que en cada entrevista, en cada conversación y en cada workshop para la creación de su marca, sus ojos brillaban y su corazón hablaba de la arquitectura desde la poesía. Nos dimos cuenta de que, al ser también artista, su estilo de diseño realmente desafiaba lo convencional, y ese era el motivo por el cual sus clientes la preferían.
He ahí, su ventaja competitiva. Porque no se trataba solo de formas o espacios, sino de cómo se sentían quienes los habitaban. MILO no vende estructuras, MILO crea experiencias que permanecen. Y eso, para nosotros, era oro puro.

Para expresar lo que se logró con esta marca, les vamos a chismear un pedacito de su manifesto:
“Y es que las emociones no caducan. Caducan las tendencias, los productos de fábrica y los moldes. Y como la arquitectura siempre debió ser arte, la arquitectura es eso: la emoción, y por ende, la belleza sin fecha de caducidad.”
